METAMORFOSIS
DEL CLAVEL
…pero el alba
vino
venía con un
nudo en la garganta…
Rafael Alberti
Yo también quise ser caballo,
alguna noche anterior a mi nacencia.
Yo también,
intuyo, que no recuerdo,
intuyo
quise saltar a una alcoba,
ser caballo y ser gallo,
pero sólo recibí pastos amargos,
pese a que el cielo y la mar
se me hacían pequeños
y hubo momentos
en que no supuse que me atragantaba.
Nunca hubo quien me mostrara
que después de los establos
iba a ver sombras.
Y aunque pude hallar lugares
en las sábanas
y amar se me dio como
bendiciones en exceso,
no imaginé que la aurora
no pudiera instalarse todo el día;
aunque sí me lo enseñaron,
sólo aprendí hasta que lo enfrenté:
hay muerte en los campos,
en muchos campos.
Pero enramadas de júbilo y laureles,
Eso no lo viví;
si acaso aluciné
que ocurría, pero siempre
la vigilia me traicionó
con otros finales;
por eso, nomás te pido
déjame escurrir a mares como cascada
mi tristeza infinita,
trenza de desencanto
que acaricio
y que lloro.
2 comentarios:
Bellìsimo poema compadre, y muy triste tambièn. No importan mis pocas palabras ni còmo lo diga, pero eres un gran escritor y persona y te admiro mucho. Mis cariños.
Gracias, comadre Raquel...¡¡¡un abrazote!!!
Solidaria amiga...
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