Sigo tus pasos, día a día,
camino tras de tu sombra
me cobija al amparo de
tus palabras y tus rosas;
pero inunda mi casa
tu pena cuando sufres,
cuando lloras, se exprime
mi alma hasta quedar
desértica por horas, y a
veces por días y por semanas.
Pero retorna el alma a mi cuerpo
cuando me das la mano,
cuando te beso siento con
claridad inmensa la luz del
infinito y la esperanza crece
y desarrolla un olmo en
mi corazón ¡porque tú
estás conmigo y sigues
viva a mi lado...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario