LA
SARTÉN DEL MUNDO
En
la sartén del mundo
se derrama y cae,
se desparrama,
la yema de nuestras ilusiones:
yo soy la estela de la erosiones, dios descuartizado,
lengua,
el firmamento es testigo de nuestros quereres;
siempre dos sílabas enamoradas:
transfigurada la esperanza cae,
se desvanece,
se contempla por los oídos,
se huele con la mente,
se saborea con los oídos:
la irrealidad de la mirada:
la mirada es azul
y se descompone
en un alto arcoiris.
1 comentario:
Muy bien me resulta el poema, amigo.
Abrazos
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