A
MI NIETA
Ana
Paula, querida;
creces
en este siglo,
en
este mundo, creces,
te
veo crecer y ser tú,
poco
a poco, muy lento,
como
un rayo de luz
sobre
nosotros...
El
tiempo es fulminante
y
no perdona; mi vejez
es
la tuya, tu infancia
es
la mía, la de nosotros.
Te
gozamos si creces,
bella
Ana Paula; crecemos
contigo
cuando lo haces.
Palpita
nuestra vida en tus
ojos
y viceversa; y tú, Ana Paula
de
mi alma, serás niña, serás
puberta,
serás adolescente,
una
mujer muy bella eres,
serás
ya grande y un día,
oh
Ana Paula, madre serás
y
en tu memoria jeroglíficos
seremos,
tus ancestros.
Desde
ese futuro existente
en
tu vida, Ana Paula
¡te
saludo y bendigo;
y en ti a tus
descendientes!
Benjamín A. Araujo M.
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