A LUCILA
Poema dedicado a Gabriela Mistral,
con admiración devota.
…dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,…
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,…
GABRIELA MISTRAL
Enamorada del amor,
apasionada siempre;
revolviste temores
y asustaste a la gente:
eran tiempos remotos
en que Alfredo Videla
eran todos los hombres
pero ellos no escribían
como el poeta amado.
Conociste el Xinantécatl,
en los años veinte del siglo XX
invitada al país por Vasconcelos
y fuiste mexicana por dos años
eternos de pedagogía laxa
y firme que aún vive entre nos.
El Gran Señor Desnudo te quiso
y abrazó, como tu poesía
nos abrazó a todos; como a ti
D’Annunzio y Fréderic y luego
a Pablo Neruda, tu amigo fraterno.
Gabriela, perenne tu obra, eterna
eres ya entre todos nosotros
como eternos tus versos y
eterna tu palabra educadora.
Benjamín Adolfo Araujo Mondragón.
Toluca, México, noviembre de 2015.
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