LITURGIA, AMANECERES Y OTROS POEMAS,
DE BENJAMÍN ARAUJO
UN TIEMPO HECHO PALABRA
Por Eduardo Cerecedo
El hombre siempre se ha preocupado por el tiempo, él
mismo es tiempo, ahora encontrado en la escritura del poeta. Con esa fuerza
espiritual de quien escribe, asume la realidad efímera de soportar la historia.
Así inicia un recorrido por lo que se es, por lo que ha realizado con su labor
de creador. Benjamín Araujo, se pregunta, se responde mirando el poema crecer,
es ahí donde se establece ese juego, vida-escritura para dar un preámbulo a la faena.
Y en su recorrido por el tiempo de creación, manera de ser con su actividad
cotidiana. Minipoemas y homenajes cierran de manera justa este libro cuyo valor
poético se instala en la fragua de imágenes, con el pensamiento del poeta.
Una senda
donde quien escribe maneja a la naturalidad, ritmos, imágenes, llenando de
emociones cada poema, cada verso, cuyo lenguaje nos aproxima a la realidad
literaria, siendo el producto, un poema en verso libre. La manera de respirar
del poeta, se sostiene el versos prolongado, otros más breves, hasta llegar al
minipoema, vía al homenaje de aquellos poetas que le sirvieron de base en su
formación como artista del verso. Benjamín Araujo con certeza fija su manera de
trabajar con cadencia, respetando la concordancia entre un oxímorom, la prosopopeya, sinestesia vía la metáfora que
se extiende según el manejo, al intercalar sensaciones de distintos registros
sensoriales, en ese orden, se encamina la palabra del nacido en la capital del
Estado de México en 1949.
Con esa
salud se abre camino para expresar el sentido del gusto, del recuerdo que ya es
memoria en cada poema. De tal manera, Liturgia, amaneceres y otros poemas,
corresponden a ese orden, el de la memoria, cuyas perspectivas se miran desde
otro tiempo, ya en calma se despliegan las maneras de la energía, ajustadas en
la anécdota, la descripción, préstamos literarios que se hacen de la prosa. Así
el poeta al usar esa libertad de expresión le da un sentido distinto al verso y
con ello al poema. Sirva pues, la experiencia de vida con el manejo del
lenguaje para decir su mundo, a veces irónico, otras no tanto, festivo en arte
poética, centrando así su voz, que pide anuencia para expresar su alegría por
la vida.
Formas de
convenio con el espíritu. Palabra, voz, se ratifican para decir, lo que ve con
ese árbol, que se asoma por sus ojos para, así mirarse en el paisaje de lo que
fue. Así vida-escritura confirman el caminar por la vida, dejando como
recuerdo, la historia de cada día. Un dejo de nostalgia se deja sentir en la
poesía, al decir tiempo, se complace en mirar a su alrededor.
Los temas que han acompañado al poeta surgen de
manera innata, El amor, la muerte, la soledad, la problemática social, el gusto
por saber observar a su alrededor, descubrirse en esa mirada, lo vuelve un
tanto triste, pero la música lo levanta, lo sostiene para decidir el cambio de
actividad. Ahora el poeta es un gran observador, media entre su hermano el
hombre, con la fraternidad de caminar uno cerca del otro. La preocupación por
los niveles sociales, se ajustan a la
necesidad de nombrar las cosas, los actos, la vida, pasar de una estancia a la
otra sin mayores remordimientos que los provocados por la escritura poética.
Dice la voz “Gota de agua/ que se derrite/ por amor a las nubes”. La sorpresa
en los versos siempre provocará en el lector ese asombro tan anhelado en la
poesía que se lee. Se puede leer en otro poema: “Estábamos a obscuras, mirando
hacia la nada/ pero vino la luz, arrastró la esperanza”. Benjamín Araujo ha
llegado a la madurez con su poesía, lo exquisito de sus poemas se instalan en
este poemario del cual me ocupo en comentar.
Momentos de altura poética cubren este libro, para
bien del poeta, escuchen” Mira mi voz,/es una flama/que se contagia con tus
ojos”. Siempre aparece la voluntad de superar los momentos lúgubres, por una
sonrisa, con el ánimo que desde su primer libro ha acompañado, al autor de A propósito. Así se despliega un caminar
por la literatura, por el mundo de los libros, ya como creador, ya como crítico.
Enhorabuena por tu trabajo creativo Benjamín Araujo.
Benjamín Araujo,
Liturgia, amaneceres y otros poemas, Pról. de Raúl Cáceres Carenzo, FOEM, 2013,
Colección Letras: Summa de días. Ilustraciones de Norberto Quintín Valdés López.
(203 pp.)
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