Ceguera
nocturna
¿Adonde vas, paloma ciega,
Adonde vas si es ya la noche?
José María Arguedas
La noche cubre
con su manto
la promesa de ser que carga mi alma;
es tan sólo una lista de pendientes
para volver al fin lo oscuro, canto,
para seguir los pasos con la calma
de la espera infamante con los dientes
llenos de horror, acaso y de espanto
por tener tu amistad en esta palma
y lograr amor y paz, muy obedientes.
…El hielo de tus pies se hará fuego,
Tu cansancio acabará
Volarás dulce, tranquila…
José María Arguedas
Enciende ya tu paz, paloma blanca,
enciéndelos muy bien, paloma ciega,
tus pies y ya tu paz vendrán con calma
a buscar una dicha que se niega.
Vendrá la paz, al fin, paloma ciega,
vendrá por fin la paz, paloma blanca,
la dicha se derrama por doquiera
y la mano del mal, ahora es manca.
Vuela, vuela feliz, blanca paloma,
busca la paz aquí, con tus mayores,
verás que sola viene aquí y se asoma
esa paz que renueva ilusiones
y logra despertar nuevas promesas
que se oyen desde el río, como canciones.
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