Ana PAULA
Son las 5:40 del jueves 10 de abril
de 2014, nace mi nieta muy querida Ana Paula Araujo Beltrán. Y me impulso a
escribirle algo:
Llegó a nuestras
vidas la nueva esperanza,
tú naciste en jueves para abrir semana,
tú naciste en jueves y abres nueva vida,
tu vida me llega, tu vida me alcanza;
y ahora como tu madre te llamarás Ana…
Eres Ana Paula, la esperanza nuestra
que nace y despierta cual fuego en el agua;
tú, pequeña niña, de piel sonrosada
has hecho que crezca una nueva rama
a nuestra esperanza de paz y de dicha.
A nuestros oídos llegó nueva luz
y hasta nuestros ojos se oyó nueva música
porque las palabras nacieron contigo
ese 10 de abril en que tú naciste
para a nuestros espíritus dar vigor y abrigo,
asilo de amor eres, Ana Paula,
para nuestras vidas eres nueva jaula
que deja volar las alas del gozo
y encierras por siempre a la dicha nueva
que llega a racimos por vía de tus ojos
y de tus sonrisas; y de tus sonrojos…
Tú eres pequeña renovado fruto
racimo pequeño de grandes sorpresas
emoción al alma
vitamina al ser
alimento al espíritu
enviada por Dios,
previo a Semana Santa,
pues nada es casual,
aunque nos parezca…
…todo es primavera,
promesa que llega
para anunciar nuevas
rosas siemprevivas
a racimos de tus tallos vitales,
rosas siemprevivas para nuestras vidas
la luz que ha habitado nuestras mañanitas,
nuestros despertares (adiós, los pesares;
bienvenidas, dichas) tú anunciaste ahora
con quedos toquidos: “cantemos aleluyas,
cantemos a la vida; que vivan las almas
que habitan la vida; que viva por siempre
el amor, la dicha, la fortuna de estar vivos…”
en este eterno futuro que es el presente.
Promesa tranquila, para todo el mundo,
del siglo XXI, eres Ana Paula.
Mil sorpresas gratas, guardan tus manitas
y anida en tu pecho un cúmulo de gratas
sorpresas para tus padres, para tus abuelos,
para tus tíos, para tus primos…
…y ¡¡¡para todo el género humano!!!
Abril de 2014.
Benjamín Adolfo
Araujo Mondragón.
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