La vida superior nos llena de colores,
ya la vivíamos desde el capullo
de nuestras utopías.
Somos un árbol
convertido en vida animal.
Gota de agua
que se derrite
por amor a las nubes.
Melodía de compases
y asonancias,
nuestras alas;
fragancia que dispara
sus olores arcoíricos
por lo ojos;
(hasta herirlos de vida)
...sinfonía de geometrías
y promesas
de que el tiempo y la distancia
se deshacen entre nuestras antenas
y el oyamel dormido,
pétreo,
que espera,
taciturno
que el amor
vuelva a repetir
el milagro
de la oruga.
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