Hoy he sentido el correr de los años
en tu mirada triste,
en la falta de brillo de tus ojos.
Hoy he visto caerse una montaña
sobre mis hombros,
como para hacer tropezar
cualquier plan inmediato.
Hoy he visto caer la tristeza
desde las nubes,
colarse por el horizonte,
habitar nuestros sueños...
Hoy, hoy, hoy:
esa palabra se cargó de contenido
en el rictus de tu mirada.
Y tu silencio,
aaaay tu silencio:
cayó cual pesada roca sobre mi mirada...
y profundizó el dolor de estos trágicos días
por los que cruza la patria.
El mundo es un pantano.
La tristeza habita los cinco continentes.
Sólo tus ojos claros si me miran
pueden cambiar las cosas
de golpe,
al instante;
pero tu voluntad se ha desatado,
ya no se dónde está,
la busco y no la encuentro...
Esta vorágine,
¿a dónde nos conduce?
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