MEMORIA *
Tenerte muy
presente,
pese a que han
pasado
ya largo cuatro
años
desde que tú
partiste
a estar junto al
Señor.
Tenerte en la
memoria
como náufrago sin
meta
sin atisbar
orillas sólo
abismos y olas
embravecidas
siempre; eso es el
mundo,
madre, desde que
tú partiste.
Tengo la
certidumbre de que
cuidas de todos
tus hijos
que quedamos acá,
en el desamparo.
Creo que no me
equivoco
lo que digo no es
sólo
ganas de
escribirte
sino necesidad de
hablarte;
querida madrecita,
sólo se que ese
día
doloroso en que
subiste
el dolor hizo
mella en
nuestros
corazones;
pero estoy
convencido
de que allá, muy
arriba,
mi padre y mi
hermano
prepararon la
fiesta y
dieronte bienvenida.
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